
Me llena de tristeza tu partida. Tengo sentimientos encontrados al no poder estar contigo físicamente. Me invade una gran nostalgia pero a la vez me quedo con los grandes recuerdos que hemos vivido y compartido.
Recuerdo esas maravillosas épocas navideñas en tu hogar llenas de calidez, felicidad y armonía, que nos hacían soñar, creer y donde te esforzabas en demasía por mantener la tradiciones. Como olvidar aquel juego en el que intercambiamos todo tipo de regalos, entrañables momentos.
Recuerdo esas interminables tardes de verano en el patio de tu casa donde buscábamos tus tortugas y hacíamos alguna que otra travesura.
Recuerdo acompañarte a la iglesia, aquella donde fuiste pilar de su edificación y liderabas orgullosamente su comunidad.
Recuerdo cuando nos enseñaste el juego de la lotería, que jubilo y alegría nos daba jugar contigo.
Recuerdo esos domingos en familia, no podíamos esperar a visitarte y sentarnos a la mesa para degustar esos deliciosos hot cakes.
Recuerdo entrar silenciosamente a la despensa de tu cocina, siempre llena de galletas que nos alimentaban el alma de tu dulzura y gentileza.
Recuerdo esas vacaciones que hicimos juntos; playa, el campo o el gélido invierno de Washington, que alegría nos daba que vinieras con nosotros.
Recuerdo esas idas al remoto Rancho Palo Blanco, que aventuras inolvidables pasamos.
Recuerdo jugar futbol frente a tu casa y hacerte pasar alguno que otro coraje cuando la pelota golpeaba tu portón accidentalmente.
Recuerdo aquella mañana de un fin de semana, que nos cuidaste, nos protegiste y reconfortaste ante la incertidumbre del accidente de mi Padre.
Recuerdo que ante la enfermedad, mantuviste siempre tu espíritu alegre, tenaz, firme e inquebrantable para mantener a tu familia tranquila y unida.
Recuerdo que siempre te emocionaba vernos y recibirnos en tu casa.
Recuerdo que la ultima vez que te vi nos alegramos, platicamos y nos abrazamos. Te gustaba saber que tal iba mi vida y no parabas de hablar cosas maravillosas de mi. Admito que despedirme de ti siempre era difícil.
Pero sobre todo lo que mas recuerdo es tu amor y entrega hacia nosotros.
Miro hacia atrás y me siento un privilegiado por la infancia que tuve cerca de ti, rodeado de no solo uno pero dos hogares de inmensa calidez humana y principios.
No sé como explicarlo pero siento que has estado conmigo todo este tiempo. Que tus oraciones y pensamientos nos protegen.
Ahora que te has ido, sé que seguirás con nosotros espiritualmente y tu presencia y legado perdurará.
Te extrañaremos mucho!
Descansa en paz…..dale un fuerte abrazo a mi Abuelito